Hay momentos en la vida, en que nuestro cerebro nos dice: "¡Basta! Hasta aquí puedo llegar", y es entonces cuando debemos parar, sentarnos a relajar la mente y pensar un poco más en nosotros mismo.
Eso es lo que me ha estado sucediendo durante más de un año.
Mi cerebro venga a decirme que parase un poco, pero yo, que a veces soy más cabezota que un asno, dale que te pego.
Un día tuve un colapso, me quedé completamente rígida y del cansancio eché a llorar. Ya no podía más, ahora ya era mi cuerpo que estaba pidiendo a gritos que parase de una vez.
Pero volví, si no era con una cosa era con otra.
Este ritmo me ha costado muchos sacrificios, muchas pérdidas de tiempo que yo pensaba eran inversiones para mi futuro, incluso ha sido la forma de tenerle tirria a gente que antes eran de lo más simpáticos conmigo.
Tras ver que ya no podía seguir así, decidí hacer una cosa que al principio me parecía absurdo: eliminar las fuentes de distracción. ¿Y cuál es la mayor fuente de distracción de nuestra sociedad actual? Facebook.
Así es, dejé un mensaje diciendo que dejaba de usar FB por una temporada, que podrían encontrarme a través de las paginas que gestiono, ya que por una vez en mi vida (y espero que no sea la única), voy a dedicarme tiempo, a hacer las cosas que realmente me apetecen, a no dejarme llevar por toda la basura que corre por Internet, desde las malas noticias que cada vez son más aberrantes, a los problemas que comparte la gente por las redes sociales.
Mi cuerpo y mi mente directamente me dieron el ultimátum de mi vida: o paras tu por ti misma o ves ahorrando para tu próxima terapia con la psicóloga.
Esta es mi vida, mi verano, yo!
¿Por qué nos cuesta tanto cuidarnos a nosotros mismos? ¿Es que debemos ser eternas samaritanas que ayuden siempre a los demás? ¿Nos debemos dejar pinchar por los demás para que así se sientan aliviados?
Pues no, no somos de nadie, ni hemos venido para hacer felices a los otros. Somos únicos, con nuestros triunfos y nuestras metas podemos motivar a que otros consigan los suyos propios, pero no mediante nuestro esfuerzo y nuestro tiempo les haremos el trabajo.
Empieza a vivir TU vida que yo ya he empezado a vivir la MIA.
¡Feliz Martes churris!
Eva