viernes, 16 de enero de 2015

Por fin... aprendo a coser

No solo a coser... mejor aún, a poner la máquina de coser en marcha!

Quienes me conocéis, sabéis que soy muy mañosa con las manualidades, cada dos por tres hago cosas completamente distintas, pruebo nuevas técnicas, nuevos materiales...

Pero también sabéis que mi talón de Aquiles son las labores como coser y las agujas.
Soy un pato con una máquina de coser y con unas agujas para hacer ganchillo.

La máquina de coser me tiene manías...


Hasta ayer... Y es que como propósito de año nuevo (de momento voy cumpliendo varios de ellos), está el de aprender a coser y así poder hacerme yo misma los Cosplays (disfraces).

Tras una exhaustiva búsqueda de gente para venir a un curso de iniciación de tres horas, y digo exhaustiva búsqueda porqué parecía una capitana de la marina intentando reclutar a jóvenes estudiantes, conseguí que dos amigas vinieran conmigo.

El curso fue muy entretenido y con la adorable Soco, una mujer que hace preciosos vestidos de sevillanas y tiene más paciencia que Yoda para enseñar a pequeños patos-padawan como yo.
Por suerte eramos solo tres, ya que ya he ido a otros cursos y cuando hay tanta gente siempre acabo olvidada y con un ataque de nervios al no saber salir de uno de mis enredos.

Dos horas después... logré coser dos telas!


Y como sabéis, vaya donde vaya... la lio. Y así fue.

Para quiénes no sepáis coser, las máquinas de coser electricas llevan un pedal, exacto, si eres una fast&furious como yo, ese pedal parece el acelerador de un Ferrari, así que tras uno de esos acelerones a lo Vin Diesel, encajé dos piezas del interior de la máquina.

Para mi suerte allí estaba mi salvadora, la profesora Soco, que no sé como no me dio una colleja bien dada, ya que según el diagnóstico: casi me cargo la máquina de coser!
Menos mal que ella tiene paciencia y maña ;-)

Las horas pasaban y para mi sorpresa iba viendo resultados, en serio, soy muy torpe y más cuando hay de por medio agujas e hilos, cosa que me pasé más de la mitad de la clase rompiendo hilos e intentando meter hilos en la aguja de la máquina de coser.

¡Pero lo logré!

Tachaaannn!

Puede parecer un poco chorra, pero no sabéis lo feliz que me hizo saber que por mí misma logré hacer la manualidad del taller. Soy muy persistente así que en muchas ocasiones no pedía ayuda, ya solo en el momento en que estaba a punto de estallarme la vena de la impaciencia y las gotas de sudor me impedían ver más allá de mi nariz (momento de exagerada ironía).

Pero me siento orgullosa. Por fin, casi a los 30 soy resolutiva, logro conseguir vencer esos obstaculos que hasta ahora ni me atrevía a intentar pasarlos.

Si eres de Palma y quieres aprender a coser, aquí dejo los datos de esta querídisima profesora, apta para todos esos patosos que como yo, necesitan de un profesor con una gran dosis de paciencia.

El taller de Soco, 
C/Foners nº 56 ( C/Honderos) Poligono de Levante

Y también os recomiendo seguirla por Facebook en su FanPage El taller de Soco.

Muchas gracias Soco por tu paciencia! Y como dije, pon un cartel que diga:


Besis!

Eva

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